La Federación Internacional de Química Clínica y Medicina de
Laboratorio creó un grupo de trabajo que analiza el desempeño de los medidores
de glucosa y que brinda precisiones de uso. En la siguiente nota, les brindamos
algunas recomendaciones al respecto de los mismos y su uso en los pacientes más
delicados.
(Por Bioq. Gabriela Mendicoa*)
A principios de la década de 1970 Anton Clemens desarrolló el primer
medidor de glucosa. En esa misma época la glucemia, junto a la hemoglobina
glicosilada, comenzaban a ser consideradas indicadores de la calidad del
control glucémico en la diabetes.
El beneficio que trajo monitorear la glucemia y el conocimiento de los
riesgos que acarreaba si estaba elevada hizo que los medidores de glucosa
fueran ampliamente adoptados. Ayudados por el concepto de automonitoreo, estos
dispositivos migraron a hospitales, clínicas, y consultorios, entre otros
sitios donde eran ampliamente requeridos. Sin embargo, pronto se empezaron a
notar variaciones entre pacientes en estado crítico y pacientes estables. Pero,
para el momento en que esas diferencias se confirmaron, ya habían alcanzado un
uso masivo.
Cómo se deben evaluar
los medidores de glucosa en el cuidado crítico
El extenso crecimiento
de las pruebas de laboratorio en el lugar de asistencia (en inglés
Point-of-Care-Testing, PoCT), como los medidores de glucosa, han llevado a que
la Federación Internacional de Química Clínica y Medicina de Laboratorio (IFCC,
por sus siglas en inglés) cuente con una Fuerza de Trabajo encargada
especialmente de las PoCT (TF-PoCT), referente internacional en la promoción de
la calidad en el uso de estos dispositivos en la medicina de laboratorio.
En un contexto donde había mucha información sobre medidores de
glucosa en pacientes hospitalizados y en cuidado crítico, TF-PoCT se aseguró
que este tema sea estudiado y evaluado para poder hacer recomendaciones,
creando así el Grupo de Trabajo Cómo se
deben evaluar los medidores de glucosa en el cuidado crítico (WG-GMECC).
En 2014, la TF-PoCT empezó a organizar el WG-GMECC, actualmente
liderado por la Dra. Cynthia Bowman. “En 2010 la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA) comenzó a hablar sobre los medidores de glucosa y en 2013,
el Instituto de Estándares Clínicos y de Laboratorio (CLSI) publicó el
documento POCT12-A31 que decía cómo debían evaluarse los medidores
en contextos hospitalarios”, expresa la Dra. Bowman. Ese documento
proporcionaba consejos útiles sobre el procedimiento, pero sólo orientaba en la
evaluación del rendimiento analítico. Añade: “Las primeras guías de
recomendaciones recién se culminaron en 2016”.
La Dra. Cynthia Bowman explica que evaluaron cómo utilizar los
medidores de glucosa en la práctica clínica viendo qué requisitos tenían que
cumplirse para que la medición pudiese hacerse con éxito. Además, estudiaron
los sistemas de control de calidad externos e internos, cuáles eran los
dispositivos disponibles en el mercado y que recomendaciones de uso tenían.
También alinearon las recomendaciones con las de colegas de otros grupos
clínicos. Finalmente, en diciembre de 2017, publicaron el documento “Cómo se
deben evaluar los medidores de glucosa en el cuidado crítico”2.
El documento, disponible para ser descargado desde la página
web de la IFCC, está divido en dos términos de referencia: 1 y 2. El Término 1
abarca la práctica clínica del uso de los medidores de glucosa: las ventajas,
desventajas y situaciones donde pueden presentarse inconvenientes o problemas
por falta de precisión. “Pensamos mucho sobre los puntos que debía contener el
Término 2. Decidimos hacer un documento de investigación con más detalles para
que alguien que quiera abordar el tema, pueda tomar diferentes secciones”,
indica la Dra. Bowman. Detalla que el Término 2, con cinco secciones, contiene
los requisitos que debe cumplir un glucómetro para ser usado. Permite conocer
qué esperar sobre la eficacia, factores clínicos que pueden afectar la medición
y cómo deben utilizarse. “Es un documento de mucho alcance: tiene contenido
general y científico, por lo que puede ser útil para muchos profesionales de
diferentes áreas”, agrega la profesional.
A tomar nota
l La
recomendación principal del Grupo de Trabajo es que los medidores de glucosa no
deberían usarse con muestras capilares.
La Dra. Bowman advierte que: “los medidores pueden tener problemas en muestras
capilares de pacientes en estado crítico o agudo. Numerosos estudios muestran
que puede presentar variaciones impredecibles y errores. Para los pacientes en
esas poblaciones, se recomienda la medición con otras tecnologías.”
l En general,
todos los usuarios deberían conocer las variables asociadas con los glucómetros
y las evaluaciones de rendimiento que se deben realizar al usarlos.
Bowman subraya: “Se tiene que saber acerca de las variaciones y problemas
potenciales. Para eso, tienen que elegir el medidor adecuado, si lo van a
utilizar en situaciones dinámicas y críticas, conocer qué estudios van a
realizar y qué programas de calidad van a utilizar.”
La Dra. Bowman considera este trabajo como un “documento vivo”,
abierto a seguir ampliándose con más información de forma colaborativa.
“Esperamos que los profesionales lean el documento y nos hagan consultas y
sugerencias sobre el tema para que podamos seguir investigando y trabajando en
el tema”, concluye.
(*) La autora Bioq. Gabriela Mendicoa es integrante de Fares Taie Instituto de Análisis y Miembro del Comité Científico de Radio El Microscopio.
Referencias